Los monumentos más destacados de la ciudad de Otranto son su catedral, de la que hay que destacar su suelo formado por mosaicos, su castillo, la iglesia bizantina de San Pietro y la pequeña iglesia consagrada a la Virgen degli Abissi.
Catedral de Otranto
La catedral de Otranto, cuyas obras dieron inicio en el siglo XI, concretamente en 1080, para finalizar ocho años más tarde, mide 54 m de largo por 25 de ancho. Habida cuenta de las fechas constructivas, el estilo inicial de la construcción se corresponde con la arquitectura románica, más específicamente con el subestilo conocido como arquitectura normanda, como tantos edificios del sur de la Península Itálica y de Sicilia. Sin embargo, el edificio ha sufrido importantes reconstrucciones posteriores, especialmente en los períodos barroco o renacentista.
Fachada principal de la catedral de Otranto
Así, por ejemplo, la fachada principal de la catedral es de estilo barroco,1 construida en 1764, mientras que es renacentista el rosetón que aparece en la misma, aunque éste de hecho reproduce modelos de la Arquitectura gótica de finales del siglo XV con influencias islámicas.
Igualmente, la cripta catedralicia muestra evidentes influencias procedentes de la arquitectura bizantina, una muestra más de las relaciones históricas de la ciudad de Otranto con el Imperio bizantino. Sostenida por un total de 42 columnas en mármol,4 siendo considerada una auténtica joya arquitectónica.
Por lo que respecta al mosaico de la catedral, es seguramente una obra de la segunda mitad del siglo XII, igualmente en estilo normando, ejecutada entre 1163 y 1166 por monjes del cercano monasterio de San Nicola di Cassole, a los que mandaba un monje de nombre Pantaleón.
En el ábside se comserva el osario, en forma de reliquias, de los beatos mártires de Otranto, quienes fueron víctima del ataque otomano a la ciudad en 1480.
Catedral de Otranto
Aunque se trata de una iglesia de muy pequeño tamaño, la iglesia de la Virgen degli Abissi es notable porque todos sus elementos decorativos se relacionan con el mar, como prueba de la vocación marítima de Otranto.
Castillo de Otranto
A pesar de los antiguos orígenes del castillo, el castillo de Otranto, tal como podemos contemplarlo hoy en día, aunque sea uno de los más antiguos edificios de la ciudad, es de construcción relativamente reciente. Se iniciaron las obras en 1485 a instancias del rey Fernando II de Aragón, para finalizar en 1498, siendo evidente así que las obras fueron consecuencia de la toma de la ciudad en 1480 por los turcos.
Patio de armas del castillo de Otranto
Los planos del castillo fueron obra de Ciro Ciri, con apoyo de Francesco di Giorgio Martini. En esas fechas, en el espacio que actualmente ocupa el castillo se hallaban emplazadas algunas antiguas fortificaciones, que databan de la época en que Otranto estuvo vinculada al dominio del Sacro Imperio Romano Germánico, mejoradas por los turcos durante su breve ocupación militar de la plaza.
El castillo fue construido de forma que quedaba rodeado por un foso muy profundo y, a sugerencia de Ciri, se le añadieron tres torres cilíndricas en sus ángulos, adoptándose una planta pentagonal, aspecto que hoy no es claramente apreciable debido a las modificaciones que ha sufrido a lo largo del tiempo, especialmente en el siglo XVI. Así, por ejemplo, en 1578 le fue añadido al lado del castillo que daba al mar un bastión con baluartes externos, con la finalidad de mejorar la visibilidad hacia el mar, ante la posible aparición de una nueva flota enemiga. En el bastión se encuentran esculpidos los escudos de armas de la familia de Mendoza (en concreto de un Antonio de Mendoza) y de Pedro Álvarez de Toledo y Zúñiga (este último virrey de Nápoles), mientras que en la puerta de acceso se encuentra esculpido el escudo del emperador Carlos I de España.
Iglesia de San Pietro
La iglesia de San Pietro es una pequeña iglesia en estilo bizantino, datada en el siglo X, en los momentos finales del dominio del Imperio bizantino sobre la ciudad. Posee algunos frescos de estilo bizantino.
Una antigua tradición local afirma que fue en Otranto donde desembarcó San Pedro de regreso de Antioquía, efectuando bautismos en esta misma iglesia, que a su propia persona le está consagrada.